Los tiempos no están para flores.

Estos días el discurso político me vuelve a llenar de perplejidad al escuchar que, de nuevo, se van a rebajar los sueldos a los funcionarios públicos. Soy funcionaria y me queda poco ya para retirarme. Le regalé a mis alumnos incontables horas de esfuerzo y trabajo, jamás pedí nada, porque la enseñanza tiene una característica especial que la diferencia de otros trabajos y es que cuánto más das, más recibes. Las horas que dediqué a preparar mis clases, nuestros proyectos... me aportaban conocimiento, me ayudaban a crecer intelectualmente y eso no tiene precio. Sin embargo ahora, al final de mi trayectoria profesional, me siento mal porque el gobierno me señala como culpable del estrepitoso desastre económico y me castiga duramente. De verdad, no lo entiendo, porque el desastre actual estaba previsto de antemano aunque políticos y ciudadanos mirasen para otro lado. Solo unos cuantos, con la cabeza en su sitio, nos advertían del peligro de los efectos de un neoliberalismo a ultranza y ustedes, los políticos, lo sabían, pero no quisieron escucharles; son ustedes los que nos engañaron. En el "Financiero Digital" aparece hoy un dato muy interesante: "España tiene más políticos que policías, médicos y bomberos juntos", el mayor número de la UE. ¿Comprenden ahora ustedes por qué me siento indignada?. ¿Por qué no nos dan ustedes datos del gasto que supone mantener las "Diputaciones"? ¿Por qué no nos explican ustedes la función que desempeñan?

Hoy me hago muchas preguntas, será porque estoy envejeciendo, pero me gustaría que todos vosotros también os las hicíeseis. Vale la pena, porque estamos poniendo en peligro el futuro de nuestros hijos.

Os recomiendo también que leáis el artículo: " La esencia del neoliberalismo" de Pierre Bourdie, profesor del Collège de France. Le Monde, diciembre de 1998. Traducción del inglés de R. Hernández Montoya. Podéis leer el artículo completo en DDOOSS. Nunca es tarde para abrir los ojos y descubrir la verdad y como decía Bertolt Brecht:

"Quien hoy quiera luchar contra la mentira y la ignorancia y escribir la verdad tiene que superar al menos cinco obstáculos:

1. Debe tener el valor de escribir la verdad, a pesar de que en todos sitios se reprima.

2. La perspicacia de reconocerla, a pesar de que en todos sitios se encubra.

3. El arte de hacerla útil como un arma.

4. El buen criterio para elegir a aquellos en cuyas manos se haga ejecutiva.

5. La astucia de propagarla entre ellos.