Mi hija, la primera por la izquierda, me envió ayer un regalito, estos preciosos campos de amapolas. Recuerdo que cuando era niña recolectábamos ramitos de amapolas, rojas, violetas y blancas... ahora no veo ninguna . !Es una lástima!
Uso de cookies
Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más
miércoles, 27 de mayo de 2009
martes, 26 de mayo de 2009
Un mirlo encima de la puerta
lunes, 25 de mayo de 2009
Literatura y jardines
sábado, 16 de mayo de 2009
Descubriendo los lupinos
Las cosas más sencillas a veces nos traen de la mano grandes sorpresas, y así me sucedió a mi un buen día en el que estando curioseando en una librería de la zona unos libros para mi hija, que en aquel entonces era pequeña, me llamó la atención uno de ellos que se titulaba "La señorita Emilia" de Barbara Cooney (Editorial Ekaré).La historia, por lo que se podía deducir de las ilustraciones, podríamos situarla a principios del siglo XX y contaba las andanzas de una mujer de espíritu muy avanzado para la época. No voy a desvelar el contenido pero sí decir que los lupinos formaban parte del argumento... En fín, que me enamoré de la historia y de las flores y empecé a buscar por todas partes semillas de lupinos; a pesar de que la búsqueda fué infructuosa no desistí y me hice a la idea de que algún día, en alguna parte aparecerían... Y así fué, un buen día, participando en un foro de plantas una forera de Canadá hablaba de sus lupinos así que no dudé en pedirle unas cuantas semillas. Ahora en mi jardín los lupinos ocupan un lugar relevante y muy pronto también crecerán otros lupinos que , esta vez, llegaron desde Argentina...
viernes, 15 de mayo de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
Colores en mayo
Esta vista del tejadillo con los cestos me encanta.
Los iris ya están empezando a perder algunas de sus flores.
Antirrinos blancos y rosa.
Mi lavanda, un recuerdo de los campos de lavandina en la Provenza francesa.
El rosal que enmarca la ventana está en su mejor momento.
El azul de las clemátides contrasta con el verde intenso del follaje.
Antirrinos de color rubí.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)