A pesar de la lluvia y de las bajas temperaturas propias de esta época, hay mucha vida en el jardín.
Las bayas de esta piracanta son alimento de un montón de pájaros, al igual que las del acebo que, en estos momentos, ya no tiene ninguna; aunque el de los vecinos aún está bastante repleto.
La caseta, vacía por el momento, sirve de refugio y de almacén de materiales para construir un nuevo nido.
El agua de la fuente también constituye un recurso hídrico importante.
Montones de capullos asoman en el jazmín.
También los brotes de la magnolia están empezando a aparecer por aquí y por allí.
Los tulipanes no se quedan a la zaga.
A pesar de todo, todavía queda mucha lluvia y mucho frío...
Para acompañar vuestra visita, una de mis piezas favoritas de Sir E. Elgar.
Feliz día.